En el confín del Sur,
donde el viento Susurra,
Reposando un lago en la vastedad,
Silencioso, eterno,
Como el corazón que busca su reflejo,
Como el alma que anhela fundirse en lo inmenso.
Las montañas lo rodean,
Como guardianas antiguas;
Con picos que acarician cielos Inalcanzables.
En sus aguas puras se oculta un secreto,
Un Eco Divino que solo el Silencio revela.
¿Qué veo en su espejo cristalino?
No son las nubes, ni los árboles, ni siquiera las estrellas,
Sino mi propio rostro desvaneciéndose en las ondas, donde el yo se disuelve en la Danza del Todo.
La corriente suave habla en Lenguas Olvidadas, Contando de un Amor que siempre ha estado allí, Del lazo invisible entre lo que eres y lo que has sido, Del horizonte donde lo Finito se funde con lo Eterno.
Sumérgete, sin miedo,
En su Abrazo Profundo,
En sus aguas que todo lo Sanan,
Que todo lo Saben.
Aquí, en este lago en el Sur lejano,
En un lugar llamado Patagonia,
el Uno se manifiesta en cada Rincón del Alma.
Abrazándote querido Sur,
Kate.
Bellisimo, que tierna y dulce eres