“Cuando una mujer toma la decisión de abandonar el sufrimiento, la mentira y la sumisión.
Cuando una mujer dice desde el fondo de su corazón: ‘Basta, hasta aquí he llegado’.
Ni mil ejércitos de ego y ni todas las trampas de la ilusión podrán detenerla en la
búsqueda de su propia verdad. Ahí se abren las puertas de su propia Alma y comienza
el proceso de sanación. El proceso que la devolverá poco a poco a sí misma, a su verdadera Vida.
Y nadie dijo que ese camino sea fácil, pero es ‘el Camino’. Esa decisión en sí abre
una línea directa con su naturaleza salvaje y es ahí donde comienza el Verdadero Milagro".
Clarissa Pinkola Estés.
Sin duda alguna todos los lugares generan algo adentro, y este lugar, no se imaginan la magnificencia de sus colores y la imponencia de cada uno de los elementos en ella, hasta las personas que lo habitan.
La Patagonia, el sur... hoy sintiendo más que racionalizando la experiencia; en medio de todo lo que me está pasando internamente; que lo denominaría sin ningún recelo como (una de las transformaciones mas grandes de mi ser, un acto hermoso de valentía, mi camino del héroe) al abrir una puerta que llegó su momento de ser abierta, emprender el acercamiento a la caverna más profunda... empezar a indagar que hay en ese cuarto sombrío al que no había querido entrar durante años de vida; para darte una idea más ilustrativa está siendo como navegar unas de las aguas más profundas y oscuras nunca antes vistas.
Escribiéndote desde aquí, una mañana que salí de la cabaña para desatontarme y que le entre un poco de luz a ese cuarto con está naturaleza imponente que me acoge; sentir el aire fresco, mi espalda sostenida por uno de los grandes árboles de la Patagonia, tomando el sol para recargarme, agradecer por está oportunidad de verme y contemplar la Vida desde aquí; con un respiro profundo y embriagante que le dan estás montañas a mi Alma, como si conversaran conmigo y dijeran:
Lo estás haciendo bien... Así duela, así hayan momentos de profunda angustia,"estás sintiendo todo al mismo tiempo".
La cuestión es que por mucho tiempo, por muchos meses no me sentía tan acogida por la naturaleza como está mañana, dándome cuenta lo vital que es para mi vivir en la montaña e ir viendo como en el trascurso de los días van colocándose más blancas las montañas con la temporada otoñal, mientras mi corazón dice:
"Hola Patagonia: aquí estoy, aquí me tienes, sosteniéndome cuando no puedo sostenerme a mi misma y sostener más lo que yace dentro de mí; en medio de está áspera extracción quirúrgica, que estoy viviendo de algo que ya agoniza dentro de mí, algo de desea su lugar y salir... que desea ser visto... desea ser escuchado y tú, aquí sosteniéndome de la manera mas sutil e imponente.
Dándome cuenta que tenemos que desarrollar una sensibilidad cada vez más muy sutil de contemplación, para habitar los lugares. Bueno... esto se traduce también a una sensibilidad de habitarnos con toda la suavidad, la paciencia y el corazón; reconociendo ese ritmo interno, las necesidades y la resonancia con el lugar que habitamos.
Al escribir esto siento que a lo largo los últimos años se han caído fervientemente dentro de mi estructuras internas, y también externas referentes al capitalismo y consumismo que nos hacen sentir inmersos en una atmósfera en la que hay que estar muy atentos para no caer en una locura mediática, graciosamente cuando hablo conmigo misma me siento como una "hermosa ermitaña de corazón en aprendizaje de disfrutar de lo mejor de ambos mundos" viviendo muchas muertes internas en una sola Vida para ser POESÍA VIVA.
Con Amor y Corazón,
Kate 🌷
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